2 de agosto día de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria para celebrar y seguir con políticas en favor de productores campesinos

La Paz, 2 agosto de 2022 (Prensa . MCDyD).- En esta jornada del Día de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria en la que se recuerda no solo el aporte del sector campesino y pequeño productor a la economía, sino también su lucha social por mejores condiciones de vida, tierra y derechos, sin Racismo y Discriminación.

El 2 de agosto tiene varios significados para los productores campesinos bolivianos, es una fecha donde se han venido presentando varias propuestas para el sector productivo, a lo largo de la historia.

En 1937, el gobierno de Germán Busch, a través de un Decreto Supremo, instruyó que el 2 de agosto como el Día del Indio, la misma fecha de 1953 en Ucureña se firmó la Reforma Agraria para devolver las tierras individuales a los campesinos. Además el 2 de agosto de 1931 se fundó la primera escuela indígena en la población de Warisata.

También se entendió como homenaje a Juan Huallparrimachi, el poeta guerrillero indígena fallecido el 2 de agosto de 1815, en plena Guerra de la Independencia contra el colonialismo español. Asimismo otro de los significados especiales de esta fecha es el inicio del mes de Pachamama, ya que es un día fundamental para el agricultor campesino, porque nuestras culturas ancestrales siempre fueron sucesivos por naturaleza,  es una acción sagrada donde se realiza este mes la ofrenda a la madre tierra “la huajt’a” en sinónimo de ofrecerle alimento o agradecimiento.

El 2 de agosto de 2007, mediante DS.No.29216, se instituye la Ley de la Revolución Productiva Comunitaria Agropecuaria como “Día Nacional de la Revolución Agraria Productiva y Comunitaria”.

Hoy marcada por los cambios históricos en favor del área rural, que en la actualidad se constituye en un factor central en el desarrollo y foco de apoyo del Estado, a través de una diversidad de planes, programas, infraestructura productiva, asistencia técnica, manejos sostenible y adecuado de agua, transformación productiva, comercialización y acceso a mercados, crédito, empoderamiento de mujeres y jóvenes en nuevos emprendimientos agropecuarios; priorizando la producción orgánica en armonía y equilibrio con las bondades de la madre tierra, para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de sus habitantes.